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viernes, 3 de septiembre de 2010

Lo que debe significar para usted la Libertad.

Excepto la palabra "amor", dudo que alguna otra sea utilizada más libremente y sea menos comprendida que "libertad".
En un sentido espiritual, no existe cosa como la libertad económica, política o geográfica. Usted puede ser millonario, vivir en un país de libertad, tener su hogar en un campo apacible, y aún estar prisionero de sus propias negaciones. Hay nada más una libertad: la libertad del ser. Cualquier otra cosa es una mascarada. HE visto mucho de esto. He dado conferencias en casas lujosas ocupadas por gente que vive en mazmorras mentales.
Debe establecerse un punto vital. No es bastante hablar de esto. Todos convienen con rapidez que la riqueza interior es todo lo que cuenta. Pero el acuerdo hablado no significa nada si es desmentido por el deseo inconsciente de riqueza. Es como decir sí mientras movemos la cabeza negativamente. Debemos estar en avenencia consciente, basada en la comprensión interna del valor auténtico, porque eso es lo que nos cambia. Eso es lo que hace nuestra conducta diaria distinta por entero. Se ha dicho: "El hombre que puede hallar perlas no se detendrá a recoger conchas"

Así como una nube obstruye al sol de nuestra vista, el pensamiento indebido nos aísla de la realidad. Al trabajar en la eliminación de nubes de pensamiento vemos más allá el brillo. La claridad mental es la libertad misma. Por eso es que no necesita hacer nunca nada, en el sentido usual de hacer, para liberarse. No funcionará tratar de entender la no-libertad. Eso es lo que funciona. Usted no quiere realmente. Desea ser.


Por lo tanto ¿qué queremos decir con no estar libre? No referimos a sistemas muy prácticos tanto en el mundo interior como en el mundo exterior. La no libertad es cuando un hombre está dividido en muchas partes contradictorias. Una parte de él quiere comprar un coche nuevo, pero otra parte se niega a cooperar. Un deseo lo impulsa a un sitio de diversión, pero otro no le permite ir.

La libertad es armonía interna, donde pensamientos, emociones y movimientos físicos hacen todos jovialmente la misma cosa. Están de acuerdo y tienen discusión entre sí. Es como la armonía producida por las cuerdas separadas de una guitarra cuando son tañidas por un músico hábil.

Todo dentro de usted reacciona armoniosamente cuando aprende los principios de la música psiquica con la supermente.

Una cosa es segura: no podemos encontrar nuestra libertad hasta que veamos antes nuestra prisión. Los que nos molesta realmente es lo que escondemos de nosotros mismos.  Nos negamos a bajar la mirada a nuestro sótano abarrotado. Para complicarlo aún más, ni siquiera admitiremos el ocultamiento de nada. Existe una forma de romper este hábito contraproducente.

Llegue entonces  a  detenciones súbitas durante el día para percibir sentimientos tristes, oprimentes, dentro de usted. Sea estricto con usted mismo. Observará que no está tan tranquilo como pensaba. Recuerde, no es negativo ver negaciones dentro de uno mismo. Es autoconocimiento refrescantemente positivo.
Cuando usted mira al interior viene una revelación extraña. Al mismo tiempo que ve características negativas, observa poderes positivos. Ambas cosas están dentro, de modo que su percepción de vieja debilidad es seguida por conciencia de nueva fuerza. Pero la debilidad es seguida por conciencia de nueva fuerza. Pero la debilidad debe notarse primero. Si no sucede es ese orden, la fuerza será falsificada y lo abandonará.
Quiero mostrarle otra manera de hacer que la vigilancia de usted mismo trabaje para su beneficio. ALgún día, mientras esté realizando ansiosamente algo que considere vital y necesario, deténgase el tiempo suficiente para preguntar: "¿Por qué estoy haciendo esto?" Puede descubrir que la tarea aparentemente importante es en realidad insustancial y ruinosa. Ahora sabe algo valioso que jamás supo antes.

lunes, 22 de febrero de 2010

Excitación y emociones.

Si entras a un bar sin ideas preconcebidas y observas te darás cuenta.

La gente busca en el alcohol llegar a un estado que de otro modo no podría alcanzar. Lo mismo sucede con la música, ambos nos llevan fuera de nosotros, acaban con ese hastío de estar con uno mismo.

Nadie es real allí. Mucho ruido, poca luz, mucho maquillaje, aromas, actitudes, ropas, poses...

Se escucha la canción de moda y todos con el vaso en alto cantan al unisono, gritan, beben, no son ellos, hacen gestos, ríen, brindan... pero nunca son ellos.

Es increíble en lo que nos hemos convertido como sociedad, el poder que hemos dado al dinero y a sexo, motores de todo, es increíble que los fines de semana los ocupemos para salirnos de nosotros mismos en vez de ocuparlos para trabajar en nosotros mismos, cosa que nunca hacemos.

"El individuo que realiza con desesperación actividades artificiales para esconder a él mismo su vacuidad es aterrorizado secretamente por la pregunta -Pero ¿qué puedo encontrar para hacer?- Además, una percepción alerta de esta condición es un principio magnífico para destruir tanto la palpitación dolorosa como las actividades artificiales."

Pero claro socialmente esto es aceptado, bien visto y es un requisito indispensable para decirte chavo que asistas a fiestas antros, trajineras, marquesa, fines de semana en teques, cuerna, cocoyoc, viajes a acapulco, con alcohol y tonterías incluídas, esto es a lo que llamamos vivir. Porque nunca podemos estar con nosotros mismos, porque leer no es divertido, porque al momento de despertarnos estamos vacíos y tenemos que llamar a alguien hacer algo, un café, el cine, el teatro... Cuando el estado natural del hombre y su sabiduría está en la vacuidad.

Pero igualmente sin ideas preconcebidas, el fanatismo en el deporte, las doctrinas, la meditación... actividades aparentemente buenas, buscan lo mismo, salir del Yo, buscar en imágenes, credos, líderes, santos, grupos... lo que está dentro de nosotros.

"Y Siddhartha le decía:
-A mi no me parece así, amigo mío. Lo que he aprendido hasta a hora entre los samanas, ¡oh, Govinda!, lo hubiera podido aprender pronto y con facilidad, en cualquier taberna de barrio de burdeles, entre carreteros y jugadores de dados, hubiera podido aprenderlo, amigo mío.
Govinda contestaba:
-Siddhartha se burla de mí. ¿Cómo hubieras podido aprender ensimismamiento, el contener la respiración, la insensibilidad ante el hambre y el dolor, entre aquellos miserables?
Siddhartha decía en voz baja, como si hablara para sí:
 -¿Qué es el ensimismamiento? Qué es el abandono del cuerpo? ¿Qué es el ayuno? ¿Qué la contención del aliento? Es la huída del Yo, es un breve alejarse del tormento del ser Yo, es un corto embotamiento frente al dolor y la falta de sentido de la vida. La misma huída, el mismo breve embotamiento encuentra el boyero en el mesón cuando bebe su vino de arroz o la leche de coco fermentada. Entonces no siente ya su YO, ya no siente el dolor de la vida, entonces encuentra un breve embotamiento. Encuentra, dormitando sobre su taza de vino de arroz, los mismo que Siddhartha y Govinda encuentran cuando se evaden de sus cuerpos, tras largos ejercicios, y permanecen el No-Yo. Así es, ¡oh, Govinda!"

miércoles, 6 de enero de 2010

La verdad referente al amor.

Como otras virtudes cósmicas, el amor tiene su falsificación humana. Ninguna artificialidad es más dolorosa que el seudoamor sea dado o recibido.
El amor verdadero es el estado natural del hombre y del universo. Por lo tanto, un hombre no natural no es capaz de él. Sólo una persona consciente es capaz del amor, pues florece únicamente con la ausencia de hostilidad inconsciente. Para hallar amor real debemos renuncia por nuestra voluntad a lo que nos gusta llamar amor.
Amor no es el intercambio de beneficios mutuos, no es emociones sentimentales, no es imitación inconsciente de quienes parecen amantes. El sufismo instruye, El amor no se aprende de hombres. Es mucho más elevado que los hombres.
Amor no es tomar una actitud que piensa uno que debe o es imperativo tener. Eso es solamente una actitud y nada más.
El amor nunca tiene que hacer nada por nadie. Si hay un sentido del deber, no es amor, sino compulsión egocéntrica.
Comienzan unas relaciones entre dos personas cuando reciben o esperan recibir alguna clase de premio una de la otra. Las relaciones cesan cuando no se da la recompensa o cuando creen que pueden ganarse en otro lugar un premio más grande. Estas son relaciones humanas, pero no es amor.
Si amamos en realidad a  otra persona, no buscaremos sólo aliviar su sufrimiento con palabras o acciones consoladoras. Más bien, lo dejaremos encararse a su crisis, sin interferir con la lección, sino ayudándole a comprenderla. Esto con frecuencia parecen ser indiferencia, pero es amor mezclado con prudencia...


...El amor no insiste por sí mismo en un objeto permanente. El reclamar una finalidad duradera indica seguridad, dependencia, esperanza de la devolución de recompensas y quizá adoración inconsciente del héroe. El amor no tienen nada de esto. No pide nada en particular sobre lo cual brillar. Nada más brilla.
El amor sólo es. Cuando vemos esto, ya no buscamos alguien a quién amar o alguien que nos ame. Nada más amamos y eso es todo.



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