lunes, 23 de marzo de 2009

Mi apodo favorito de todos los tiempos

Antro

El cigarro, el humo y el cerebro.

Mi primer contacto con el cigarro fue muy chico, tal vez tenía 11 o 12 años, un amigo me lo dio a probar, no recuerdo que me gustara, pero era algo prohibido, "de grandes", aprendí rápido.
Eramos chicos no teníamos dinero para comprar una cajetilla, así que recorriamos toda la colonia buscando y fumando colillas.  Un día llené un tubo con periódico y traté de fumarlo, gran estupidez que me costó varios minutos recuperarme. 

Tiempo después en la secundaria, los que ya sabían darle el golpe eran admirados por los que no sabíamos, algunos hasta llevaban puros y pipas; era chico, engañable,  inmaduro, no razonaba muchas de mis acciones, incluso un día me fumé una carta que le habían dado a mi hermana en un cigarro.

Nunca más fumé una vez que la cosquillita y la moda me pasó.

Y ahora no comprendo por qué la gente fuma, y tampoco nadie ha sabido explicarme, siempre se enojan al quedarse sin argumentos o razones de peso.

Que te relaja, este...si bueno, ¿es relajante meterte humo por la boca pasearlo por tu garganta pulmones y expulsarlo casi transparente? Ok ok, voy entendiendo!

Se siente chido, ammm, si! yo a los 11 años sentía re chingón! ahora ya no, maldita edad.

Yo veo que es una buena arma para cuando estás solo o esperando a alguien, aparte del celular claro!

Aparte de la adicción provocada por la nicotina, me parece que les putea el cerebro a algunos, tal vez el hemisferio donde dice "convivencia" porque cuando se aprobó esa bendita ley anti-tabaco
todos se molestaron, escuché a algunos decir -pues si no te gusta que fumen no salgas- y esas palabras quedaron haciendo eco en mi mente una y otra vez, yo no lo podía creer.

-Es una pendejada, casi todos fuman- Malditos diputados por qué no ven por el bien común?!

-Esa pinche ley no va a durar mucho- Si! tarde o temprano los legisladores comprenderán el gran daño que le están haciendo a los fumadores.

Los fumadores pensaron que les habían quitado un derecho, así como uno tiene derecho a la educación, a la libertad, voto, también tenía derecho a fumar. Pero rápidamente encontraron la solución en balcones, ventanas... al final no tuvieron de otra que fumar afuera, cual viciosos, lo bueno que no estaban solos, y en su burbuja de humo se reunian a quejarse del frío, de la ley y otros pormenores de la noche.

Supongo que dentro de los fumadores hay más quejas, como aquellos que piden y nunca compran, esas malditas escaleras para llegar a la escuela trabajo o casa, el costo mensual en cajetillas, los dientes amarillos, la peste... pero son problemas menores, a el fumador no le dará cancer, enfisema o esas mamadas, eso le pasa a otros menos afortunados, no lo ven como una realidad, osea aquí mi cerebro choca y no puede comprender como una persona avanza en la carrera hacia la enfermedad, el malestar, los síntomas negativos... Y sigue fumando.

Pero también el cerebro de los fumadores choca, y me pendejea...y yo y ellos seguimos sin comprender.

Hoy vi una película donde un tipo se sale de la industria tabacalera por qué descubre que la nicotina se procesa y crea más adicción, bla bla bla, un escandalazo que involucra a la industria y a la política, y pensé: Si fuera cierto valdría madre, todos seguirían fumando.